“Todas las decisiones son por el bien del Barça y en beneficio del Barça”, clamó Joan Laporta en la fiesta del equipo femenino, campeón de Europa. Habló el subconsciente del presidente, avisado de las críticas recibidas por la forma en que ha despedido a Xavi Hernández, pero aconsejado a evitar las explicaciones hasta el anuncio formal del nombramiento de Flick, que está al caer.
Xavi era historia para Laporta, y del mismo modo que le desatendió la última semana, le ignoró el último día, en el cierre de la Liga de Sevilla, con el motivo justificado de la celebración de Sant Jaume. En el Sánchez Pizjuán le esperaban gritos de “directiva dimisión” y pitadas del público al palco pero no dirigidos a él, que ya no se producirán hasta dentro de unos meses, sino hacia la junta andaluza.
El once de la fidelidad
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Xavi también se sabía historia en el Barça, y no quiso emborronarla el sábado al tomar la palabra en la sala de prensa para opinar de la decisión de Laporta ni el domingo sobre el césped del Sánchez Pizjuán. Alineó a los once que con más fidelidad ha alineado, indiferente a los sentimentalismos, que no ha visto en su destitución y que tampoco aplicó al elegir el equipo. Una formación que se recitaría de memoria si se recordara en el futuro por alguno de sus títulos.
Jugó Lewandowski, de quien pretendía prescindir y a quien ha sustituido con fruición, y marcó su sexto gol en cinco jornadas, desde que el equipo desperdició sus ilusiones en el Bernabéu; jugó el añorado Pedri, tantas veces ausente; jugó el orillado Fermín, tan útil en la presión y la llegada, que le dedicó el golazo del 1-2; jugaron los niños Cubarsí y Lamine Yamal, el legado más valioso de Xavi, que interrumpe su carrera siendo el entrenador que más chicos menores de 20 años ha alineado un técnico en la Liga desde 2005.
[–>Incógnitas indescifrables
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Xavi dejará sin respuesta otras incógnitas indescifrables, como la repentina suplencia de Araujo o el reciente ostracismo de João Félix. El Barça acabó con Oriol Romeu en el campo, el mediocentro que daba inicio a una nueva era, abandonado pronto y que representa la caída de un equipo que abrió la campaña como campeón.
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Se expresó el Barça con las características que le han distinguido a lo largo de los 143 partidos que ha dirigido Xavi con 90 victorias. Se repitieron tics como el desgobierno en algunas fases, la proyección constante en ataque por la banda de Lamine Yamal, paradas relevantes de Ter Stegen, dos postes que elevaron a 30 los goles frustrados…
Sevilla, 1 – Barcelona, 2
Sevilla: Nyland (6); Badé (6), Ramos (4), Salas (4); Juanlu (6), Soumaré (6), Agoumé (5), Pedrosa (6); Ocampos (7), Lukebakio (6); En-Nesyri (8).
Técnico: Quique Sánchez (6).
Cambios: Marcao (4) por Salas (m. 46); Bueno (sc) por Badé (m. 79); Mariano (sc) por Lukebakio (m. 79); Gudelj (sc) por Agoumé (m. 79); Véliz por En-Nesyri (m. 90).
Barcelona: Ter Stegen (5); Koundé (6), Cubarsí (7), Iñigo (5), Cancelo (5);Christensen (5), Gündogan (5); Pedri (7), Fermín (9); Lamine Yamal (7), Lewandowski (6).
Técnico: Xavi Hernández (7).
Cambios: Romeu (5) por Christensen (m. 46); Ferran (5) por (m. 62); João Félix (5) por (m. 62); Vitor Roque (sc) por Fermín (m. 75), Fort (sc) por Cancelo (m 83).
Goles: 0-1 (m. 15), Lewandowski; 1-1 (m. 31), En-Nesyri; 1-2 (m. 59), Fermín.
Árbitro: Iglesias Villanueva (5), gallego.
Tarjetas: Salas, Cancelo, Ocampos.