El Sónar tiene uno de los públicos más diversos del mundo de los festivales. En la cita musical todo es posible: desde disfrutar de una despedida de soltero hasta vestirse con las prendas más vistosas sin miedo a ser juzgado. Amantes de la música electrónica de Estados Unidos, Nueva Zelanda, Canadá y el Reino Unido viajan hasta Barcelona para descubrir nueva música en el evento barcelonés y convierten la ciudad en una capital mundial de la cultura digital.
Rodri, Álex, Fran y Bernat (en la imagen que abre esta pieza) valoran la libertad que impera en el festival de músicas avanzadas: “Es un sitio en el que puedes ser completamente tú mismo. En el trabajo vas de camisa y pantalón, pero aquí puedes ser una superestrella”. “El Sónar tiene un valor nostálgico para mí y porque me conecta muchísimo con la ciudad”, comenta uno de ellos. Tienen claros sus objetivos de cara a estos días: “Llegar vivo a casa, leer todos los mensajes que tenga en el móvil a las dos de la mañana y ver a horsegiirL y a Marlon Hoffstadt”.
Los jóvenes estadounidenses Kevin y Chanel se hacen fotos en la Fira Montjuïc para exprimir al máximo sus trabajados ‘outfits’. Han escogido Barcelona y el Sónar como destino de vacaciones durante esta semana. “Nos habían dicho que es un festival diferente, algo que nunca habíamos experimentado”, aseguran. Y esperan que así sea, ya que se han desplazado desde Los Ángeles expresamente para el evento de músicas avanzadas. “Queremos descubrir nuevos artistas, experimentar nuevos sonidos y una cultura diferente”, explican.
El mejor lugar para celebrar una despedida de soltero es el Sónar. Tras años disfrutando del festival, Álvaro y Fernando eran fieles al Sónar, pero llevaban diez años sin asistir y han encontrado el momento perfecto en la celebración previa a la boda en uno de ellos. “Esta mañana me han raptado y aquí estoy”, comenta vestido como socorrista y con una peluca. “Este es el mejor festival de electrónica que hay en el mundo”, aseguran felices.
Visitar a la familia que esta pareja de Nueva Escocia (Canadá) tiene en Barcelona es la excusa perfecta para también disfrutar del Sónar. Victoria y Jordan estarán tres semanas de vacaciones en la ciudad y han invertido una de ellas en el evento. Es el segundo año que acuden al festival de músicas avanzadas. “Me llama la atención los diferentes grupos demográficos que vienen, y me gusta la energía, el buen clima de la ciudad y, por supuesto, la música”, asegura el joven canadiense. Esperan con ganas el set de Charlotte de Witte.
Una de las paradas en la ruta por Europa que están haciendo Estel y Stella, de Nueva Zelanda, es el Sónar. “Escogimos Barcelona específicamente por el festival”, aseguran. Las dos forman parte de la banda Milk Tooth, tocando el sintetizador, y están interesadas en la “música experimental y las exposiciones” que ofrece el evento barcelonés. Durante estos días quieren descubrir artistas locales, pero también disfrutar de las actuaciones de Sevdaliza y Kelly Moran.
Ginés y César son fieles del Sónar. “Yo vine a la primera edición y, menos a dos o tres, he venido cada año desde entonces”, explica César. Están relacionados con la industria musical. Mientras César lleva a algunos artistas (en esta edición, por ejemplo, a pablopablo), Ginés, por su parte, es el padre de la cantante Luna Ki. “Es muy difícil ponerse expectativas con el Sónar. Venimos a descubrir artistas que no conocemos y ver las actuaciones de los que trabajan con nosotros”, comentan.
Hannah, de Londres, lleva tres semanas preparando los ‘outfits’ que vestirá durante el Sónar. “Me gusta planificar la ropa para este tipo de eventos. Quería ir muy colorida”, confiesa. La joven inglesa ha venido a Barcelona a visitar a Eduardo, nacido en México, que vive en la ciudad catalana desde hace unos años. “Es nuestra primera vez en el festival y es mejor de lo que esperábamos”, confiesan.
“Libertad” es lo que quieren transmitir los barceloneses Omar, Ale e Ivo con sus ‘outfits’ elegidos para estos días de festival. “No nos vestimos así para llamar la atención. Queremos ser nosotros mismos”, explican. Los jóvenes reivindican la importancia de que el festival ponga en valor “la diversidad” y puedan asistir “todo tipo de públicos”. “Es un espacio seguro y eso es muy importante”, expresan.
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