“Totally different. New rooftop”. Hace apenas dos días el Medusa Beach Club que la noche de este jueves se derrumbó en Playa de Palma -dejando al menos cuatro víctimas mortales y 16 heridos en una de las zonas turísticas más populares de Mallorca- anunciaba en sus redes sociales que estrenaba “totalmente diferente” su “nueva terraza”, un espacio que “no estaba hecho”, según señalan vecinos. Los primeros indicios sobre la causa del desastre apuntan al sobrepeso de la terraza.
El popular local frecuentado además de por turistas por residentes ha estado “en obras todo el invierno”, como corrobora Marga Font, una de las vecinas de la zona que vive prácticamente al lado, a doscientos metros.
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“No sé lo que ha pasado”, dice “impresionada”. Está justo al lado del Coco Rico, muy popular, “cuántos hemos venido a bailar”, recuerda Font. “El local ha estado en obras todo el invierno, la terraza no estaba hecha”, afirma.
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Aunque por el momento, se desconocen los motivos del derrumbe del edificio del restaurante Medusa Beach Club, las primeras investigaciones apuntan a que la primera planta del edificio ha cedido y se ha venido abajo, y consigo la planta baja, que no ha podido soportar el peso, por lo que ambas plantas han acabado derrumbadas en el sótano. La primera hipótesis que se bajara es el exceso de peso en la terraza de nueva construcción.