Conferencias, exposiciones, inteligencia artificial, charlas, festivales, conciertos y fiestas. Es fácil perderse entre la oferta infinita en música y tecnología que ofrece esta semana Barcelona con motivo del Sónar. Atrás quedó el espíritu del ‘off’ Sónar con las ‘raves’ casi secretas y ‘underground’ que se formaban alrededor de la cita de músicas avanzadas en sus inicios. Barcelona ahora acoge festivales de hasta 30.000 personas y grandes fiestas por las discotecas de la ciudad, que mantienen el añadido ‘off’, pero poco o nada tienen de alternativas.
La parte tecnológica y de innovación también ha crecido hasta convertir la ciudad en un centro neurálgico de relaciones públicas durante esta semana. “El Sónar es un punto de encuentro y un espacio de ‘networking’ para la gente del sector”, asegura Antònia Folguera, directora del Sónar+D, la rama tecnológica del festival. No es casualidad que la cena inaugural del festival de este miércoles haya sido bautizada como una “cena de networking”; desde el evento son conscientes de su fuerza y la explotan.
En el Sónar se han cerrado colaboraciones y acuerdos con éxito. “Cada año nos explican ideas que han nacido en el Sónar+D. Suele pasar en el área expositiva, donde conviven proyectos muy variados y la gente acaba haciendo conexiones y contactos”, explica Folguera. Uno de esos proyectos nació en 2021, en el primer festival de inteligencia artificial y música que organizaron, durante la charla de uno de los ponentes, Rob Clouth. Unos músicos que desarrollan herramientas para hacer música escucharon sus ideas y contactaron con él. Este 2024, Clouth presentará en el área expositiva del Sónar+D su herramienta desarrollada a partir de aquel acuerdo, Combobulator, que une IA y música.
'Liquid Strata', an audiovisual installation exploring the depths of the ocean, at SonarMies 2024, created by oceanographer Joan Llort and artists Entangled Others Studio and Daphne Xanthopoulou / JORDI OTIX
Otra de las propuestas que se expondrán durante esta edición en la parte tecnológica del festival es MMUSA, la inteligencia artificial de la agencia SUMMA, que propone un nuevo tipo de diálogo entre marcas y personas. “El Sónar es un epicentro de innovación y creatividad que sirve de escaparate y de conexión entre creadores. Como festival vanguardista en experiencias y lenguajes audiovisuales, ha sido de los primeros en acoger proyectos de inteligencia artificial”, destaca Rafa Soto, Socio y Director Creativo Ejecutivo de SUMMA Branding, que también valora el tipo de audiencia que acude al festival, “muy preparada, perfecta para compartir este tipo de iniciativas y recoger su opinión”.
Presencia en la ciudad
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Durante la semana, la actividad se extiende por toda Barcelona en la Sónar Week para convertir la ciudad en la capital de la música electrónica y la cultura digital. Además de los conciertos y las conferencias, este año el Sónar ofrece la segunda edición del +RAIN Film Festival en el Campus Poblenou de la UPF, un festival dedicado al uso de la IA en la producción cinematográfica; THE CUBE en la Casa Batlló, una instalación audiovisual 360º creada por The Chemical Brothers y los artistas visuales Smith & Lyall, y el ciclo SonarMies en el Pabellón Mies van der Rohe, con la instalación audiovisual ‘Liquid Strata’, del oceanógrafo Joan Llort y los artistas Entangled Others Studio y Daphne Xanthopoulou, que explora las profundidades del océano.
“Las entidades nos ayudan a que el Sónar tenga presencia en la ciudad más allá de los tres días que dura el festival”, apunta Folguera. “Eso también nos permite enseñar que Barcelona está comprometida con esto. El Sónar es de Barcelona y el crecimiento que ha tenido solo podría pasar aquí”, añade la directora del +D. Por su parte, Loïc Le Joliff, director y fundador del OFFSónar y el Brunch Electronik, asegura que “la gente viene a hacer ‘networking’, pero también a disfrutar de todos los atributos y ventajas de la ciudad, como el mar, el sol y la comida. No es difícil convencerlos para que vengan”.
Un ‘off’ Sónar oficial
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La capital catalana se llena de fiestas durante la semana, pero solo hay una que ha recibido el beneplácito del propio festival. El OFFSónar empezó como una fiesta alternativa a la programación oficial del evento, pero en 2016 pactó su colaboración con él. Aunque en un primer momento no promocionaron esa fusión, en 2018 adquirieron el nombre, convirtiéndose en la única fiesta que lo puede utilizar. “Hay muchos eventos en la ciudad en este momento y la gente usa el término ‘off’. Nosotros somos los únicos que colaboramos con ellos y aplicamos el mismo concepto”, explica Loïc Le Joliff.
Este festival paralelo, que ya ha agotado todas las entradas, se celebrará del jueves al domingo, con hasta 9.000 personas al día, en el Poble Espanyol. Una de esas fiestas, la del domingo, correrá a cargo de elrow. “Hemos trabajado con los fundadores de Sónar desde las primeras ediciones del Monegros Festival, hace 30 años. Trabajar juntos nos ha permitido aportar un gran valor a la escena de la música electrónica y a los diferentes formatos de entretenimiento de este país”, confirma Juan Arnau, CEO y cofundador de elrow.
Preparations for Sónar in the Fira Montjuïc / JORDI OTIX
Por primera vez en esta edición, los asistentes han podido adquirir entradas para el Sónar y el OFFSónar a la vez. “Queremos ir de la mano y que, durante un fin de semana al año, Barcelona se transforme en la capital mundial de la música electrónica y la tecnología”, detalla, por su parte, Le Joliff. Y lo están consiguiendo. “Viene mucha gente del sector, agentes, mánagers y promotores, que se quieren inspirar de todo lo que pasa durante esta semana y descubrir nuevos artistas”, apunta el director. A su vez, los eventos extraoficiales alrededor del Sónar siguen creciendo. “La gente puede hacer sus fiestas, es normal, hay muchos artistas y estilos de música electrónica”, expresa Le Joliff. Pero con una condición: “Solo pedimos que no utilicen la palabra ‘Sónar’, para que no se aprovechen del nombre, y que sean muy conscientes a la hora de seguir las normas de seguridad y respeten el vecindario. Nosotros hacemos un gran esfuerzo respetando esas reglas”.
Festivales paralelos
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Uno de esos festivales paralelos es el OFFWEEK. La propuesta de Aitor Ballester empezó hace unos años con fiestas de 250 a 500 asistentes, pero fue escalando. Ahora ya ocupan el Parc del Fòrum durante el viernes y el sábado con un aforo de hasta 30.000 personas. La idea nació como una alternativa a las músicas avanzadas y experimentales que ofrecía el festival oficial. “Nosotros ofrecíamos un producto, por decirlo de una forma banal y llanera, más fiestero, más similar a lo que es Ibiza actualmente”, comenta Ballester.
Pero el Sónar se ha vuelto ‘mainstream’ y el foco ha ido cambiando a medida que se ha hecho grande el fenómeno. “Antes había muchas más fiestas pequeñas que ofrecían una oferta bastante complementaria al Sónar. Ahora somos todos grandes monstruos que hacemos estos productos que poco a nada tienen que ver con lo que fue el movimiento ‘off’ Sónar inicialmente. Se ha perdido la parte ‘underground’”, considera el director de la OFFWEEK.
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Ahora Ballester pide que el festival de músicas avanzadas amplíe su espectro: “El Sónar tendría que abrir el paraguas para que todas las fiestas ‘off’ estuvieran debajo de él. En lugar de luchar contra nosotros, únete, trabajemos juntos”. También pide la ayuda de las administraciones: “El ayuntamiento no ha tenido el interés de hacer una semana alrededor de esto -añade el creador de la OFFWEEK- y sería muy interesante. El Sónar tiene muy buen público: gente de más de 30 años, que por lo general tiene dinero, no suelen provocar peleas y valora la igualdad y la libertad”.