El ‘Formula 1 Live Barcelona Road Show’ ha abarrotado el centro de Barcelona, en especial la plaza Catalunya y el tramo de paseo de Gràcia que acogía la exhibición automovilística. Un gentío ha llenado las aceras a partir de las 18h, hasta coparlas por completo en muchos puntos. Unas 38.000 personas, según la Guardia Urbana. Y tanta afluencia se ha traducido, de rebote, en un goteo de pequeñas compras improvisadas y dispares en las inmediaciones.
Cientos de asistentes se han aprovisionado en quioscos, supermercados y bares de la zona, además de curiosear por sus establecimientos de moda favoritos. “La gente compra más bebidas y más comida que un día normal”, aseguraba a este diario un trabajador del supermercado 24 horas que hay en la Gran Via con paseo de Gràcia. Coincidía plenamente con Pau Fernández, desde uno de los quioscos: “Sí, sí, yo también he vendido más aguas, refrescos y comida”. Los helados también han triunfado y Leonis Mendes, trabajadora de una parada de plaza Catalunya, reconocía “bastantes más ventas de las que suele haber”.
El avituallamiento exprés le ha ganado la partida a la restauración de mesa y tenedor, porque los consumidores querían seguir el acto desde la calle. Como explicó este rotativo, apenas hay balcones aptos para ver a los coches de élite en la calzada a causa de la arquitectura y el arbolado. “Con la que se ha liado, claro que hemos tenido más clientes”, respondía personal del McDonald’s, acostumbrado a los pedidos para llevar.
En cambio, en el restaurante Tapa Tapa lamentaban “mucha gente pero poco cliente” y han acabado bajando la persiana. “Ha ido por momentos, durante el evento estábamos parados y cuando ha terminado nos ha venido la gente”, diferenciaba un empleado del Txapela. Todo lo contrario en la hamburguesería Five Guys: “Un poco antes se ha llenado de gente que pensaba que desde aquí podrían ver algo”. En Oasis Natural Cooking estiman que les ha llegado un 20% más de clientes que un miércoles ordinario.
Las firmas de moda también han notado el tirón popular del motor, aunque de forma inversa según el perfil de clientela de cada una. “Ha sido un reclamo: han venido más clientes y gente que venía solo a mirar pero que han terminado comprando”, celebraba un dependiente de la tienda Adidas. En cambio, “muchísima menos gente” en Bimba y Lola y en Levi’s y solamente “un pequeño pico tras el evento” en Tommy Hilfiger. “Un poco más de jaleo pero nada excepcional”, valoraba una dependienta del Zara.
También locales de gamma alta ofrecían atractivos a los fans del motor, como la Hugo Boss Store, que alberga un simulador de conducción de coches de carreras para visibilizar su patrocinio a la escudería Aston Martin y además había programado una actividad privada coincidiendo con el Gran Premio de F1.
Con todo, las asociaciones de comerciantes ven clarísimo el impacto positivo. Barcelona Oberta, que representa a los ejes más céntricos, detalla que “el impacto se ha notado al terminar, cuando mucha gente ha aprovechado para entrar en las tiendas”. “Ha sido un éxito abrumador, brutal, total…”, aplaude Lluís Sans, presidente de Amics del Passeig de Gràcia. “No es un día para hacer caja, sino para disfrutar y promocionar Barcelona… Es como cuando montas una fiesta en tu tienda, que ese día no vendes casi nada, ¡pero ya harás caja otro día!”, ironiza. Por ello, defiende este escenario frente a alternativas como Montjuïc, aunque exigiera más cortes de tráfico: “La F1 junto al modernismo es una imagen mucho más potente”.
Para el público local, según el consistorio
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El gobierno municipal de Jaume Collboni (PSC) ha defendido que el evento busca acercar la Fórmula 1 al público barcelonés que normalmente no acude a Montmeló. “Salta a la vista que el paseo estaba hasta los topes de familias que han venido a ver un gran espectáculo, en ningún caso está en nuestra mente que esto comporte o genere turismo”, ha defendido el concejal de Deportes, David Escudé.
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Acudía al acto junto al teniente de alcaldía Albert Batlle. El consistorio ha reivindicado esta semana la importancia del Circuit de Barcelona-Catalunya para la industria catalana y la captación de talento profesional. Preguntado por la protesta contra el ‘show’, que según la Guardia Urbana ha congregado a unas 400 personas, Escudé ha considerado que “cualquier gran evento en la ciudad, incluso unos Juegos Olímpicos, es normal que generen también una corriente de opinión contraria”.