El Medusa Beach Club, que ha vivido una tragedia tras derrumbarse su primera planta, con al menos cuatro muertos y una treintena de heridos, no solo era un bar para ir a tomar algo en la Playa de Palma. Hace tiempo que se había convertido en uno de los locales de referencia de la zona para disfrutar del ocio, no solo para turistas porque también era habitual ver a residentes.
Uno de sus mayores atractivos era sus fabulosas vistas a la Bahía de Palma. De hecho, era uno de sus principales reclamos en sus promociones en las redes sociales porque en el ‘rooftop’ había sofás para comer y beber durante todo el día y hasta bien entrada la madrugada. Se podían degustar unos nachos con guacamoles o unos tacos de ternera de entrantes a la vez que se disfrutaba de la música del DJ residente. La influencia de la cocina mexicana se podía observar en su amplio menú.
El wok, las pizzas, pasta, burritos o un solomillo eran otros de los platos más demandados por los clientes, la mayoría jóvenes que querían disfrutar de uno de los lugares más bulliciosos de la zona turística. Sin embargo, una de sus grandes especialidades era su gran variedad de cócteles, ya fueran en su tamaño normal o XXL, destinados a grupos que se quedaban hasta el final ahí o lo usaban para empezar la fiesta, como una primera y segunda copa.
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Some Medusa Beach customers pose during a summer evening. / Facebook Medusa Beach Club
Hay que tener en cuenta que a pocos metros hay numerosas discotecas para disfrutar de la noche mallorquina. Además, también se podía pedir una shisha de variados sabores, algo muy demandado entre los turistas más jóvenes, que se veían seducidos por un ambiente moderno y divertido.