En los últimos años por el bosque no únicamente te puedes encontrar árboles, setas o animalitos salvajes. Ahora hay otra variedad de planta, invasiva ya que no es autóctona, que tiene un alto valor y por eso los que las cultivan suelen esconderlas en zonas boscosas y de difícil acceso. Son esos lugares en los que la policía van a buscar plantas de marihuana, aunque también te la puedes encontrar paseando por el monte.
El pasado 28 de mayo agentes de los Mossos d’Esquadra se encontraron dos plantaciones de esta droga en bosques de las montañas de Prades. Uno de ellos estaba en bancales en mitad de los árboles en una zona de un acceso complicado dentro del término municipal de La Febró. Pese a las dificultades para llegar, la policía encontró 2.800 plantas de marihuana de hasta 30 centímetros de altura en varias parcelas, así como un sistema de regadío formado por tuberías de plástico procedentes de unos embalses cercanos.
También había un campamento con tiendas en las que se encontró bebidas, alimentos, mochilas, roba y productos fitosanitarios para la protección y crecimiento de los cultivos. Los agentes sospechan que las personas que cuidaban la plantación escaparon al ver llegar a la policía y por eso investiga para identificarlos.
La otra plantación, también en el bosque, se encontró en el municipio de Mont-ral el mismo día. Los agentes requisaron 2.100 plantas de entre 30 y 40 centímetros de altura en dos parcelas y detuvieron a dos sospechosos, de 20 y 21 años, acusados de vivir en la zona cuidando los cultivos. También encontraron tiendas con camas, cocina y una ducha así como un sistema de riego.
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Los sospechosos pasaron a disposición del juzgado de Valls acusados de un delito contra la salud pública. Son los nuevos habitantes del bosque que han llegado junto a la especie vegetal invasora que se ha convertido en la variedad más preciada para los nuevos amantes de la horticultura, aunque no para admirarla sino para fumarla