Fue una de las imágenes que dejará esta Eurocopa, durante el Alemania – Dinamarca de los octavos de final. Algo así como un polígrafo, mostrado también a los televidentes junto a las imágenes del VAR, determinó que el futbolista danés Andersen había al menos rozado el balón con la mano derecha en una acción que el colegiado inglés Michael Oliver castigó con penalti. Havertz fue quien marcó para Alemania ante la desesperación de Andersen, al que poco más de un minuto antes le habían anulado un gol por fuera de juego.
Pero, ¿qué era aquella curva con la que el árbitro determinó que, en efecto, la pelota había impactado con la mano de Andersen?
El balón lleva incrustado un chip, que es el que traslada los impactos a la sala VOR. Es el mismo chip, en efecto, con el que se detecta si la pelota traspasa la línea de gol, se miden las acciones de fuera de juego, y también con el que los jueces determinan en qué momento se produce el toque con la pelota. Pero, claro, asimismo detecta cualquier impacto con el esférico y su grado de intensidad. La gran diferencia es que, a partir de esta Eurocopa, la UEFA permite que los espectadores puedan apreciar esa curva.
En esta Eurocopa, de hecho, la herramienta ya enervó a la selección de Bélgica después de que a Lukaku le anularan un gol a Eslovaquia. Antes, Openda, tal y como le ocurrió a Andersen, había rozado la pelota con la mano. El chip así lo detectó y la curva sirvió para corroborarlo.
[–>Así, ante el pesar de Andersen, al que el VAR había arrebatado antes el 0-1 para Dinamarca al detectar que la punta de la bota de Delaney estaba en fuera de juego antes de la acción concreta del gol, a la selección danesa le tocó remar a contracorriente en Dortmund. No lo soportó.
[–>
No tardó Musiala en marcar el 0-2, abundando en el martirio de Dinamarca en un partido que estuvo también marcado por la tormenta eléctrica que obligó a detener el encuentro en la primera parte, y aún con el 0-0, durante 25 minutos.