Hace 13 años que Oprah Winfrey puso fin al ‘talk show’ televisivo con el que se elevó de mera figura mediática a influyente fuerza social y cultural en Estados Unidos. Este jueves, ha resucitado su formato para apoyar a la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, en un especial que se ha emitido en livestream en varias plataformas y que ha contado con la participación de Harris, 140 grupos organizados a favor de su candidatura y, entre los asistentes a través de pantallas de zoom, de varias estrellas de Hollywood como Julia Roberts, Meryl Streep, Chris Rock, Bryan Cranston, Ben Stiller, J-Lo y Tracee Ellis-Ross.
El evento de hora y media, titulado “Unite for America” y emitido desde un plató montado en Farmington Hills, en Michigan, uno de los estados bisagra clave para noviembre, ha incluido la entrevista de Oprah a una candidata cuestionada por su mínima exposición a los periodistas y que sigue sin resolver los interrogantes sobre cómo responderá a preguntas más inquisitivas o duras.
Armas y el miedo a otro asalto al Capitolio
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Pero Oprah no estaba ahí en esa misión, sino en un acto de campaña ideado para animar al registro de votantes y a la movilización. Y solo ha logrado una respuesta quizá inesperada: cuando al hablar de las armas de fuego Winfrey ha mostrado su sorpresa porque Harris tenga un arma, algo que dijo en su debate con Donald Trump, la vicepresidenta ha contestado: “si alguien allana mi casa va a recibir tiros”. Luego se ha reído y ha añadido: “perdón, probablemente no debería haber dicho eso. Mi equipo lidiará con ello después”.
Harris, que ha respondido con el discurso que repite desde que es candidata a preguntas que le han hecho ciudadanos corrientes sobre economía o inmigración, tampoco ha contestado plenamente a los interrogantes que le ha planteado Meryl Streep y que hacen eco de un miedo creciente: qué va a pasar si Trump pierde y no acepta los resultados, cómo se protegerá la certificación en las legislaturas estatales, cómo se evitará otro 6 de enero, otro asalto al Capitolio. La candidata solo ha dicho que “los abogados están trabajando” y se ha centrado en la importancia de asegurar el proceso y la votación hasta el 5 de noviembre, pero sin entrar en el núcleo de la cuestión.
Aborto
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El especial ha vivido su momento más intenso cuando se han abordado a través de los testimonios de personas directamente afectadas el aborto y los derechos reproductivos, asunto central para los demócratas en la movilización de votantes frente a Trump.
Ha hablado, como ya hizo en la convención en Chicago, una joven que tuvo que abortar tras quedar embarazada a los 12 años por violación de su padrastro. Y han llevado a muchos a las lágrimas la madre y las hermanas de Amber Nicole Thurman, una mujer de 28 años que murió en Georgia por no recibir tratamiento médico a tiempo ante complicaciones de un aborto que tuvo que ir a hacerse a otro estado.
Ese caso, que ha salido recientemente a la luz gracias a una investigación de ProPublica y que Harris va a hacer central en un discurso que ofrece este viernes en Georgia, ha servido para retratar las consecuencias de los vetos al aborto que cerca de 20 estados controlados por republicanos han puesto en vigor tras la derogación por el Supremo de Roe v. Wade.
El poder de Oprah
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El acto con Oprah, que en un momento dado seguían por YouTube casi 300.000 personas, era visto por la campaña de Harris como una oportunidad para incentivar el registro de votantes, la movilización y, por las particularidades de la figura de Winfrey, también para atraer a votantes indecisos y moderados, al estilo de lo que esperan que el respaldo de Taylor Swift pueda conseguir con el electorado más joven.
Oprah tiene, además de una fortuna valorada en 5.200 millones de dólares según el índice de milmillonarios de Bloomberg, el aura de ser una figura no marcadamente partidista y está registrada como independiente.
Solo en la campaña de Barack Obama se volcó como lo está haciendo en esta. A Hillary Clinton en 2016 le dio su respaldo, pero no organizó ningún acto con ni por ella. En 2020 no se pronunció siquiera públicamente a favor de Joe Biden. Pero con Harris ha vuelto al primer plano, y ya apareció en la Convención Demócrata en Chicago, donde dio un discurso anunciando su voto por la vicepresidenta y llamando a votar por ella con su foco puesto en otros independientes e indecisos.
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A Harris le hace falta todo el apoyo. Aunque desde que cogió el testigo de Biden como candidata ha conseguido elevar las perspectivas de los demócratas, la carrera con Trump sigue tremendamente ajustada.
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