Cuando juegue la Eurocopa de 2044, Lamine tendrá todavía menos años de los que tiene Jesús Navas en esta. Piénselo. En 2044. Ayer Lamine jugó su último partido con 16 años. Y ha quedado para la historia. El próximo, la final del domingo en Berlín, lo hará con 17 porque cumple el sábado. En esta temporada, su primera en el fútbol profesional, ha jugado ¡63 partidos! 50 con el Barça, anotando 7 goles, y 13 con España, sumando 3 goles. Pero ha sido el último partido y el último gol el que le ha encumbrado como el jugador de la Eurocopa. Por precocidad, genialidad, personalidad, descaro…
Pero Lamine ante Francia fue mucho más que el gol. Cuando llegó al vestuario la acción por la que más felicitaciones recibió del staff fue por la amarilla en el descuento al cortar un contragolpe con un agarrón a Theo Hernández. ‘El Niño’ estuvo comprometido hasta el final. Y hasta Rodri, que es su Pepito Grillo en el campo, lo agradeció en público: “Estoy muy orgulloso de Lamine por su compromiso defensivo, el partido tan completo y las ayudas constantes que ha hecho”.
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El “fracaso” de Mbappé
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Por primera vez, Francia conocía la derrota en un gran torneo con N’Golo Kanté en el equipo. Nunca había pasado. Deschamps, muy elegante en su comparecencia, no dejó de elogiar a España: “Nos enfrentamos a un equipo muy bueno, que confirmó lo que había hecho antes. Podríamos haber hecho mejor algunas cosas contra un rival que tiene mucho control. No tuvimos suficiente verticalidad. España demostró que es un muy buen equipo. Tuvimos suerte de abrir el marcador, pero eso nos generó dificultades porque ellos fueron superiores en el control del partido. Esta noche han demostrado sus cualidades. El gol de Lamine ha sido magnífico”.
Kylian Mbappé, por su parte, no puso excusas al fiasco francés: “Mi ambición era ser campeón de Europa. Mi ambición era hacer una buena Eurocopa, pero no hice ninguna de las dos cosas. Es una decepción, he fracasado. Toca irse de vacaciones. Voy a tener un buen descanso, que necesito para volver fresco”. En medio de esas vacaciones, Kylian será presentado el próximo martes a las 12 horas en el Bernabéu. Luego proseguirá su descanso.
De la Fuente se reivindica
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En el vestuario español la fiesta volvió a ser sonada, aunque contenida, porque “aún queda poner la guinda”. Pero el mensaje que se transmite desde dentro se resume en una frase que llegó a las 00:27 a mi wassap: “Es increíble lo que estamos viviendo, pero, sobre todo, cómo lo estamos viviendo”. Europa asiste al nacimiento de un equipo que puede inaugurar una era. Porque solo su presente deslumbrante es comparable a su futuro prometedor. Y esta Eurocopa de Alemania es un punto de inflexión en la construcción de este equipo que arrancó allá por 2015. Italia, Alemania, Francia e Inglaterra, si gana a Países Bajos, podrían formar una ilustre lista de víctimas, todas campeonas del mundo, rendidas al fútbol descarado y atractivo de los de De la Fuente.
España se metió en la final “dando una exhibición, otra más”, apuntaba el seleccionador español con un inesperado tono reivindicativo. “Conocía a estos jugadores, sabía la materia prima que había y por eso hemos tomado decisiones que os costaba entender. Ese conocimiento que tengo de los futbolistas es lo que nos da tantas posibilidades. Yo acepto las críticas, siempre las he aceptado. Me habéis hecho un experto en eso, pero seguramente todo esto os haya sorprendido más a vosotros…”, puntualizó el de Haro. Antes de marcharse confirmó que el incidente con el steward de Morata “no parece grave, más allá del daño por el golpe” y aprovechó para apuntar: “A Álvaro le quedan muchos campeonatos con nosotros”.
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España va a por su cuarta Eurocopa. La primera llegó en casa, en Madrid, en 1964. Afuera conquistó el título en 2008 en Austria, en 2012 en Polonia y ahora podría hacerlo en 2024 en Alemania… La noche terminó con una tormenta que descargó mucha agua en Múnich tras el calor asfixiante que había apretado durante todo el día. Y Mbappé se marchó taciturno con la camiseta de un jugador español doblada bajo su brazo. ¿De quién? Habrá que preguntárselo… en el Bernabéu.